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En los últimos años, atraídos por el bombardeo de imágenes en medios de comunicación, el número de niños que está empezando a practicar surf ha aumentado de una forma vertiginosa.

La escuela de surf y en concreto los monitores tenemos una labor muy importante que desarrollar en este campo,  dirigiendo los objetivos de las clases de surf y los cursos de surf hacia lo realmente importante en estas edades tan receptivas  que exigen compresión mutua, espíritu de amistad, solidaridad y juego limpio.

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Muchos son los adolescentes que animados en gran parte por su monitor de surf deciden entrar en este deporte directamente por el callejón de la competición. Un callejón casi siempre sin salida y mucho más solitario. En otros muchos casos el mal asesoramiento marca objetivos dañinos para la educación del alumno .

Lo que  pretende  nuestra escuela de surf es llevar nuestro proyecto educativo transmitiendo conocimientos y habilidades pero sin olvidar la diversión .Divertirse y disfrutar de las olas haciendo deporte y compartiendo los momento con el resto de amigos es una experiencia única.

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Totalmente falsa es la imagen del surfer antisocial. La mayoría de nosotros buscamos, al igual que el resto de la sociedad formar parte de una comunidad, disfrutar de nuestro deporte que en muchos casos es un «modo de vida» y poder compartirlo con otros.

En las últimas pruebas del circuito junior nacional e incluso en el circuito asturiano, hemos presenciado las tristes imágenes de padres de niños de 10 a 18 años, gritando frases amenazantes apoderados por este espíritu competitivo y queriendo que sus hijos consigan ganar un campeonato.

Lamento deciros que aunque ganen ese campeonato no serán los mejores.

Familia francesa de surfari con su bebé

Y lo más seguro es que esa actitud, les este alejando de disfrutar otras muchas sensaciones, que son las que a todos nos hacen adictos al surf.  Disfrutar las olas y el deporte en grupo. Comentar, compartir, reírse de la ultima caída, la última ola o el último revolcón!!!. Todo esto se lo puede estar perdiendo, «compitiendo contra el resto, para ser el mejor».

El uno es un número solitario. Y estar sólo, es demasiado duro para un niño.

Disfruta y aprende, vive el espíritu del verdadero surf!

aesaaaaaaaaaaa

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