EL REY DEL MAR

El fin del verano en Family Surfers nace y renace cada nueva semana, como una carrera de relevos, siempre preparados para retomar la historia.

Mucha gente joven esta última semana, con otro ritmo en las venas, el ritmo imparable, de caer y levantarse como un muelle.

Enérgico ejemplo del verso eléctrico, impecable los intentos de buscar la verticalidad en la tabla.

Corcho-pan de altos vuelos, imperdonable sería no intentarlo una y otra vez hasta conseguirlo, sobre todo cuando las fuerzas siempre están presentes.

A los ojos de un muchacho, la perseverancia es una oda a la verdadera creencia de que sí quiero, puedo.

Quizás de una manera no tan ecléctica, pero sí a base de martillo y golpe.

Como quien juega a la oca y tira porque le toca, si has caído en una casilla que te permite avanzar más rápido, porque no intentarlo hasta el final.

Al fin y al cabo la meta está donde uno marque rumbo, no existe al uso un lugar donde alzar los brazos, pues las olas vienen y van y las recompensas son efímeras.

¡Juventud, divino tesoro! Envidia sana de los que ofrecemos refugio y consejos para hacer de esta disciplina un lugar mejor.

SUMÉRGETE A DIARIO

Cierto es, que este deporte engancha a quien cae en sus redes, acaricia el alma como una pluma cuando percibe la tinta y la plasma en hojas en blanco, creando historias únicas e infinitas.

¿Ahora qué, cuál es el siguiente movimiento?

– Al suelo vamos a hacer una puesta en pie. ¿Eres gofy o regular?

¡Ola de izquierdas! Mirada atrás, alguien molesta, esquivamos edificios, problemas y vicios.

En pie, rodillas flexionadas, al ritmo de rap, avanzamos junto a la ola, fusionando lo aprendido con el estilo libre, cara de felicidad, grito al aire, perdido, entre la bruma y los paseantes curiosos.

Aplausos en la lejanía, ovación en grupo, intenso, pero tremendamente corto, salto al vacío, precipicio y vuelta a empezar.

Queda el reflejo de lo que es, de lo que será, de lo que fue, veneramos los momentos únicos que nos da el mar.

Las réplicas constantes, los abrazos en la arena, como antaño cuando Roma no pagaba traidores.

Hurgar en el recuerdo solo genera nostalgia, por eso, no solo una vez es válida en el Surf.

Muchas opciones generan un sin fin de oportunidades y en ello estamos en Family Surfers, creando realidades que otros ni siquiera sueñan.