En un viaje de surf pueden salir mal muchísimas cosas. Pero, no hay nada peor que abrir la bolsa en la que llevas guardada tu tabla de surf y ver que ha sufrido algún daño.
Si llevas tu tabla en el coche, seguramente tengas el máximo cuidado de que ésta llegue perfectamente a su destino. Pero, si viajas en autobús, tren o avión, hay que preparar muy pero que muy bien la bolsa para que la tabla llegue perfectamente. Aquí van algunos consejos.
Lo primero que tienes que hacer es comprar un tubo de espuma de polietileno. Los venden en cualquier ferretería y además no son nada caros. Pídelo siempre un par de metro o tres más largos que tu tabla.
Cuando ya lo tengas en casa, tienes que cortarlo por la mitad con un cúter para abrirlo, dejando, eso si, unos 50 centímetros por arriba sin cortar.
Una vez semi-abierto, ponlo dentro de tu bolsa de surf. El tubo de espuma amortiguará muy bien los golpes para que tu tabla llegue perfectamente.
Si llevas más de una tabla en tu bolsa debes tener siempre en cuenta que las tablas más grandes deben ir en la parte inferior y las más pequeñas en la superior. Además, es conveniente que pongas una toalla entre la parte superior de una tabla y la inferior de otra tabla. Cuando las tengas todas colocadas con las toallas entre ellas, átalas con una correa y mételas en la bolsa recubierta con espuma de polietileno.
Y, si tu tabla de surf tiene aletas, si éstas son desmontables, lo mejor es que las quites y las lleves contigo. Si no es así, cúbrelas bien con un envoltorio de burbuja para que no sufran ningún daño durante el viaje.