SEMANA 5ª FAMILY SURFERS
La vida transcurre en un abrir y cerrar de ojos, en nuestra Surf House en Salinas– Asturias, vivimos compartiendo experiencias en Family Surfers, pues los años pasan a velocidad de vértigo.
Aún recordamos cuando la adrenalina llamó a nuestra puerta, cuando el surf era otra cosa, tenia otro espíritu y aventuramos con más valentía que conocimiento, nuestros cuerpos al agua.
El surf, para nosotros, es una danza con el mar, cada ola es una invitación a dejarnos llevar, a entregarnos al ritmo eterno de las aguas.
A deslizarnos sobre la superficie, sintiendo una conexión única con la naturaleza, como si estuviéramos compartiendo un secreto con el océano, con el sol besándonos la piel y el viento acariciando nuestro rostro.
Pero el surf también despierta en nosotros un deseo intenso de conocer gente, de compartir experiencias y crear lazos con aquellos que comparten esta pasión.
MI PRIMERA VEZ DE CARA CON EL SURF
Mi primera vez recuerdo cómo me temblaban las piernas mientras remaba hacia el interior.
Luchando contra la resistencia del agua.
Cada brazada era un pequeño triunfo, un paso más cerca de la cresta de la ola.
Cuando finalmente me levanté sobre la tabla, un microsegundo, el mundo pareció detenerse.
Por un instante, fui uno con el mar, moviéndome al compás de su ritmo salvaje y hermoso.
La adrenalina corría por mis venas y supe que estaba enganchado para siempre»
Ahora buscamos esas mismas historias en las miradas de otros, de todas las personas que pasan por Family Surfers, que comparten experiencias.
Que remontan el vuelo tras zambullirse una y otra vez, sin miedo al fracaso, pues la vergüenza y los miedos se quedan en la escuela y trasladamos todo lo demás al agua.
En la vieja escuela intentamos recuperar cuerda para llegar de alguna forma a aquella realidad, que se ha difuminado en el trayecto.
FAMILY SURFERS reúne todos los ingredientes para solicitar asilo en este estado mental.
COMPARTIENDO EXPERIENCIAS REALES
El flow como norma, esta primera semana de agosto hemos visto flecos de aquellos años dorados, las recuperaciones son lentas y necesitan de un proceso de adaptación.
Nos ha encantado vivir con gente que quizás nada tengan que ver en su vida diaria unos con otros, pero donde hemos compartido conocimiento y vida en la Surf House.
Ayer tarareaba una canción napolitana sin saber muy bien por qué, quizás haya sido influenciado por Grazia una chica italiana que se ha dejado caer durante cuatro días por la escuela.
Dejar espacio social con capacidad suficiente para llenarse a final de verano, hace que todos los encuentros dentro de la escuela sean reconfortantes.
Lo hemos intentado todo hasta conseguirlo, caer y levantarse, día a día, hasta conseguir la horizontalidad en la tabla, esa es la función principal de la escuela, esa es la verdadera marca insignia.
Pero lo que realmente nos llena, es la capacidad que tenemos de relacionarnos, pues un lema nos acompaña siempre, desde el 2009, compartir en vivir.
Y en ese camino estamos compartiendo senderos, aunque los caminos se acaben separando, hacer al menos que ese trayecto sea inolvidable.
FAMILY SURFERS se traslada semana tras semana a la siguiente pantalla, de una partida interminable, como tener créditos infinitos, sin miedo a perder, solo con ganas de seguir adelante.
Continúa un agosto lleno de sorpresas, infinidad de abrazos, promesas por cumplir, retornando a una vida mejor, mas saludable, compartiendo en definitiva experiencias reales.
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