Todos los que vivimos por la Costa Cantábrica hemos visto como el pasado fin de semana el Océano Atlántico golpeó a Europa, con grandes olas, fuertes vientos y lluvias torrenciales. Hacía muchísimos años que no se veía un temporal así.
El buque de carga español «Luno» salió de Bilbao el 5 de febrero de Bilbao. Pocas horas más tarde, estaba fondeando el puerto de Anglet por una avería eléctrica en el motor. Pero, con unos vientos de más de 130 kilómetros por hora, «Luno» se estrelló contra las rocas. El impacto fue tan grande que el carguero se partió en dos.La tripulación tuvo que ser evacuada de urgencia en un helicóptero militar.
Pero eso si, el rescate no fue nada fácil. Los 11 tripulantes de «Luno» tuvieron que esperar unas dos horas a que llegasen los equipos de rescate por unos vientos de más de 130 kilómetros por hora y olas gigantescas. Cuando los rescataron, un tripulante se había fracturado la nariz y todos sufrían hipotermia y estaban en estado de shock.
Una vez partido en dos, la proa del barco se quedó atascada, pero la otra mitad flotaba libre por la orilla. Y como «Luno» llevaba una pequeña cantidad de combustible, 127 metros cúbicos, las autoridades francesas han generado una alerta de contaminación en la zona; Aunque por el momento las autoridades han confirmado que no hay peligro de marea negra en la zona.