La influencia del viento en la forma y la calidad de las olas es fundamental. Cada playa tiene una orientación diferente, de forma que un mismo viento puede estar propiciando una buena calidad de olas en una zona, y estropeando nuestro baño en otra con diferente orientación. El viento más idóneo para la práctica del surf es el viento terral (off shore). Este tipo de viento ordena el mar en series bien delimitadas y además tiende a aguantar la pared de la ola durante más tiempo, favoreciendo incluso la formación de tubos de mayor o menor calidad, forma y velocidad, dependiendo de los fondos, la marea y el tamaño de las olas.
La condición ideal es, por tanto, la del viento terral bien marcado pero flojo.
El viento lateral (side-shore) también puede ser aceptable, aunque no asegura una calidad de la ola como la que suele regalarnos el viento terral. A medida que la dirección del viento sea más de mar (on shore), las posibilidades de surfear olas bien formadas serán cada vez más escasas. El viento de mar puede crear las denominadas «olas de viento», esta ola es mas imprevisible, a menudo sin una dirección real, con muchas secciones y en general sucias: paredes con baches, picos con fuerza que desaparecen en el momento del take-off, olas dobles o montadas y la superficie de la ola ya no es lisa sino rizada.
Muchos de los mejores días de surf son aquellos en los que no hay nada de viento. Aunque algunas veces no percibimos el viento, pero su componente puede estropear nuestro baño. Pondremos un ejemplo: imaginemos una playa en la que el viento noroeste sea de mar. Podremos surfear buenas olas los días sin viento en esa playa, pero también iremos días en los que no se mueva ni una hoja, y nos encontraremos con un mar desordenado. Aunque influyan otros factores, la probable causa de nuestro fracaso será la componente del viento. Si además la dirección del mar coincide (casi siempre es así) con la componente del viento, tendremos todavía menos posibilidades de encontrar buenas olas. Los días sin viento son por tanto los más propicios para practicar el suf.
Aunque la ausencia de viento no es una garantía, si tendremos más posibilidades de éxito que en condiciones de viento on-shore. Por las mañanas suele hacer menos viento, y muchos días las condiciones serán mejores en las primeras horas de luz que cuando se levante la brisa, sobretodo cuando su componente no sea la que deseamos. Algunas mañanas, sin embargo, la componente del viento nos aguará el baño, así que madrugar tampoco es una garantía. La lluvia suele también reducir la intensidad del viento e incluso propiciar un mar liso y bueno para el surf, siempre que la componente del viento sea buena. Los inconvenientes de la lluvia todo sabemos cuales son, aunque solo lo serán dependiendo del grado de nuestra afición al surf.
Dependiendo de la dirección del viento podremos calcular también en que medida afecta su intensidad a la calidad de las olas. En lineas generales, podremos decir que los problemas comienzan cuando la intensidad del viento supera una fuerza 4, cuando es terral, mientras que una débil fuerza 2 on-shore es suficiente para que el baño resulte un fiasco.En el Cantábrico los vientos del verano propiciados por anticiclones, los de componente este-nordeste, raramente superan un fuerza 5, aunque en ocasiones puedan alcanzar fuerza 7, sobre todo cuando se trata de viento este y el anticiclón es muy potente. El viento del sureste que sopla en muy contadas ocasiones, no suele superar la fuerza 2, y siendo terral, es un viento muy caliente y muy bueno para la calidad de las olas. Sin embargo es muy difícil que haya olas cuando el viento es sureste, porque suele coincidir con los últimos días de un anticiclón y por tanto con una bajada progresiva del mar.
En cambio, los vientos del invierno pueden ser de gran intensidad, aunque muchas veces los frentes de lluvia suelen disminuir considerablemente su fuerza. Hay que tener en cuenta que cuando el viento fuerte es terral puede resultar peligroso porque generan corrientes que te alejarán de la costa.