La exóstosis es un crecimiento anormal del hueso que cubre el conducto auditivo para proteger el tímpano de condiciones extremas en el exterior. Es provocada por el contacto continuo con el frío del agua y el viento, y afecta principalmente a los surfistas, sobre todo a los que entran en aguas frías.
Aunque se relaciona más con el surf, también afecta a otras actividades sometidas a las mismas condiciones tales como buceo, navegación, pesca, kayak, entre otras.
El oído de surfista trae 2 problemas principales. El primero es que a un conducto más estrecho se le complica el drenar agua, cera u otros residuos del oído. En ese ambiente se reproducen hongos y bacterias que provocan infecciones frecuentes en el oído, las cuales pueden provocar una pérdida permanente de la audición.
La otra dificultad que presenta la exóstosis es que se trata de una condición progresiva, o sea que si no se recibe tratamiento el hueso terminará obstruyendo el oído por completo. Al llegar a ese nivel solo se puede solucionar con una cirugía para sacar el hueso.
La forma básica de prevenir la exóstosis es utilizar tapones, idealmente a medida del oído. El uso de gorros o trajes de neopreno con capa al momento de surfear en aguas frías también contribuyen a evitarla. Es preferible no surfear cuando haga mucho frío o haya demasiado viento.
Si tiene pérdida de audición, le resulta muy difícil sacar el agua de los oídos, constantemente sufre de infecciones o molestias en el oído, lo mejor es acudir a un médico especialista para recibir el tratamiento adecuado.
